Algunos principios básicos para administrar el tiempo con eficiencia:


  • Está comprobado y es un principio fundamental de la planeación del tiempo, que toda hora que se emplea en planear eficazmente, ahorra de tres a cuatro horas de ejecución y produce mejores resultados.
  • Una técnica que te recomendamos para administrar mejor el tiempo, es utilizar los últimos 20 minutos de labores, en planear el día siguiente.
  • El tiempo de los individuos rara vez se utiliza exactamente como ellos lo planean. Debes procurar, dentro de lo posible, respetar tus actividades y compromisos establecidos.
  • Los resultados más efectivos se logran teniendo objetivos y programas planeados, más que por la pura casualidad.
  • El tiempo disponible debes asignarlo a tareas en orden de prioridad, o sea que debes utilizar tu tiempo en relación a la importancia de tus actividades.
  • El establecer un determinado tiempo o fechas límites para cumplir con tus compromisos, ayudará al resto de tu grupo de trabajo a sobreponerse a la indecisión y a la tardanza.
  • Evita perder de vista los objetivos o los resultados esperados y concentra tus esfuerzos en cada actividad.
  • El tiempo que utilizas en dar respuesta a problemas que surgen debe ser realista y limitado a las necesidades de cada situación en particular, ignora aquellos problemas que tienden a resolverse por sí mismos, lo que puede ahorrarte mucho tiempo.
  • Posponer o aplazar la toma de decisiones puede convertirse en un hábito que desperdicia tu tiempo, pierdes las oportunidades y aumentas la presión de las fechas límites establecidas.
  • Las actividades de rutina de bajo valor para el logro de tus objetivos generales deben ser delegadas o eliminadas hasta donde sea posible.
  • Las actividades similares las debes de agrupar para eliminar la repetición de acciones y reducir las interrupciones a un mínimo, como contestar o hacer llamadas telefónicas.
  • El mantener a la vista tu agenda del día facilita el administrar correctamente tu tiempo.
  • El registro de cómo piensas utilizar el tiempo en el día, en la semana o en el mes debe ser detallado, ya que omitir detalles es tan perjudicial para los objetivos del registro del tiempo, como confiar en tu memoria o establecer metas irreales.